Introducción
Durante los meses previos a la aprobación de la Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (en adelante, LOMLOE) se ha considerado necesario trazar un plan de participación y debate público en torno a diferentes elementos estructurales del sistema educativo, que se han ido abordando progresivamente a lo largo del curso escolar 2020/21.
En un proceso de reforma como el actual, el sistema educativo debe avanzar desde todos sus frentes, reajustando en paralelo cada uno de dichos elementos estructurales o componentes del sistema y, además, la relación que se establece entre ellos. Es decir, no podemos abordar la necesidad de un nuevo currículo sin revisar al mismo tiempo el propio modelo de profesión docente, la organización de los centros, el modelo de evaluación y, sobre todo, sin revisar si el sistema educativo evoluciona al paso de la sociedad en la que está inmerso. Y para abordar esta importante tarea se considera imprescindible propiciar e impulsar desde el Ministerio de Educación y Formación Profesional un debate público inscrito en un estilo de gobernanza transparente y participada.
Partiendo de esta concepción, el primero de los debates públicos a abordar en el marco del desarrollo de la LOMLOE ha sido el del nuevo currículo, abierto al conjunto de la comunidad educativa, contado con la máxima pluralidad y participación, y que requiere de la coordinación y el trabajo conjunto del Ministerio de Educación y Formación Profesional, las Comunidades Autónomas, los centros educativos, el profesorado, la inspección educativa, las familias y los propios alumnos y alumnas.
En este sentido, debe contarse desde el principio con todos los actores implicados en la educación y, muy especialmente, con los miembros de las comunidades educativas que conforman los centros cuyas buenas prácticas, experiencias y conocimientos resultan esenciales para acometer los cambios deseados.
En efecto, son muchas las comunidades educativas que llevan años trabajando, desde los principios de equidad e inclusión escolar, por un enfoque competencial del currículo como el que se prevé en la LOMLOE. Ello les ha llevado a impulsar proyectos que integran aprendizajes y favorecen su movilización y transferencia a diferentes situaciones y a la resolución de problemas de diferente naturaleza, con el objetivo último de lograr que todo el alumnado consolide los conocimientos, las destrezas y las actitudes indispensables para su desarrollo personal, social y profesional.
Recoger ese destilado de experiencia del profesorado, los equipos directivos, las familias, los propios alumnas y alumnos, los servicios de Inspección educativa, y el conjunto de la comunidad educativa, e impulsar la trasferencia del conocimiento acumulado en torno a la trasformación curricular que muchas comunidades educativas han emprendido desde hace años, es el objetivo que persigue el Ministerio de Educación y Formación Profesional al diseñar este conjunto de foros de participación y debate público en torno al currículo.
Este V Foro de debate tendrá dos protagonistas de excepción: el alumnado y las familias, como destinatarios últimos del currículo y como palanca e impulso de la transformación curricular.
La escuela y la comunidad educativa que forma cada centro son el último eslabón de concreción curricular y los artífices reales del cambio educativo. Por ello, el debate público en torno al currículo, al que pretende acompañar e introducir este nuevo foro, nace con la firme voluntad de dar voz a dos nuevos agentes protagonistas de la comunidad educativa, cuyo testimonio se sumará a los ya recogidos de las administraciones educativas, el profesorado, los centros, los expertos y expertas, los representantes sindicales, empresariales, los colectivos, las organizaciones, etc, que han contribuido en foros anteriores, con su testimonio y experiencia, a enriquecer este debate público inscrito en una cultura de gobernanza de Gobierno Abierto.